30 de enero de 2011

A la espera de más información.

¿Por qué admiramos a grandes personajes del mundo como Gandhi o Teresa de Calcuta? Porque predican valores que todo el mundo consideramos “buenos”: paz, no violencia, solidaridad, libertad e igualdad.
Con la crisis económica del S.XXI y entre otras situaciones perjudiciales para la humanidad -véase pobreza en países Subdesarrollados-, observamos que en un mundo sostenido por el capitalismo “extremo” o neoliberal, no existen dichos valores y por lo tanto no hay relaciones humanas si no relaciones “financieras”.
A partir de un pequeño estudio que he realizado, me he dado cuenta de que muchas personas opinan de manera casi similar sobre el sistema occidental: hay que reestructurar la sociedad adaptándola al S.XXI y cambiar de mentalidad; nos encontramos ante un problema grave que nos atañe a todos, independientemente de nuestras ideologías políticas, económicas o religiosas.

Lo más complicado es cambiar la mentalidad de las personas, pero como es un tema que nos afecta a todos, no hay más narices que involucrarse o esperar un futuro muy problemático. Uno de los dilemas fundamentales del ser humano es su poca preocupación por los problemas a largo plazo; mientras hoy tenga todas mis necesidades cubiertas, independientemente de la contaminación que esté realizando que influirá, de un modo u otro al cambio climático, descontando la grave injusticia que estoy realizando por consumir en exceso, que afecta al mundo subdesarrollado, y no me mencionen que estoy destruyendo la naturaleza poco a poco, el hombre suele hacer muy poco o nada. Y es por este motivo precisamente, por el que no veo a casi ningún joven salir a la calle y decir: ¡Ya está bien!
Subrayo la palabra joven. Es más difícil –y lo será para nosotros en un futuro- que una persona adulta, con sus ideologías y valores establecidos, se enfrente a una realidad que quizás no le va a concernir en un futuro o simplemente, esté compuesta por nuevos rasgos culturales ajenos a los que él ha vivido durante más tiempo. Pero aun así, he leído a muchos intelectuales (economistas, políticos, escritores, lingüistas) que sobrepasan la veintena, y al parecer, también están de acuerdo con hacer un cambio.

Que hemos perdidos valores es un hecho. Lo podemos observar tanto en personas adultas, como políticos que son corruptos o empresarios que piensan únicamente en dinero, o en jóvenes, como aquellos que promueven la violencia como forma de diversión o que no respetan a las personas mayores. Son ejemplos orientativos de una sociedad desgastada y que está dejando de funcionar.

Siento decir que soy de los que opina que el ser humano no es “malo” por naturaleza, que se hace “malo” si así lo necesita para sobrevivir. Por lo tanto, si una sociedad donde para sobrevivir tienes que ser competitivo de un modo radical, persiguiendo únicamente el poder, el dinero o la fama; no tiene sentido que las personas sean justas, solidarias, pacíficas… y otra serie de características más humanas.

Puesto que el hombre es cultura y natura, tenemos que tener presente algo importante. Si el instinto de supervivencia de una persona le obliga a luchar a muerte contra otro para ganar su pan, sabemos que será capaz de hacerlo. Pero si rediseñamos una sociedad donde el hombre sea capaz de sobrevivir de manera pacífica, así lo hará porque no tendrá la necesidad de ser “malo”.

Por lo tanto, y sabiendo que el humano se mueve por muchos más intereses cuando ha satisfecho sus necesidades básicas, debemos comprender que la solución ante la crisis mundial actual comienza en una concienciación a nivel personal.

Tenemos que buscar otras culturas y fijarnos en los valores que quizás hayamos perdido, en la práctica, Occidente: libertad, dignidad humana, respeto a la naturaleza, derechos humanos… Hay que recordar que el dinero es una herramienta y no un fin en sí mismo; actualmente es nuestro mayor problema porque probablemente, le hayamos dado demasiado valor. La frase: “el dinero no da la felicidad”, es algo que deberíamos poner en práctica cuanto antes si queremos un mundo más sostenible. ¿No hacemos regalos en Navidad o a nuestras parejas?

La economía es una ciencia que estudia las relaciones sociales que tienen que ver con los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios, entendidos estos como medios de satisfacción de necesidades humanas y resultado individual o colectivo de la sociedad. Esta definición implica lo colectivo. Hemos dado demasiada importancia a nuestras necesidades individuales haciéndolas ver como requisitos únicos propios, cuando en realidad todos deseamos las mismas cosas y nos compadecemos al ver un pobre o un trabajador con un sueldo mísero que no llega a fin de mes.

Por ello, me gustaría enfatizar problemas comunes que a casi todos nos preocupan de un modo u otro. Los enemigos de la realidad somos todos los que no queremos verla, y por lo tanto, debemos esforzarnos un poco para poder cambiarla. Y como la globalización es un hecho, no sólo podemos preocuparnos por nuestro pequeño territorio, sino que también, debemos mirar si nuestras acciones van afectar de un modo tan injusto a otras culturas como hemos estado haciendo desde la colonización, y si nuestros medios de producción van a contaminar nuestro propio aire. Es decir, es una tarea un tanto complicada pero ya os digo que la información la podéis sacar por internet y todos te van a decir lo mismo: Estamos jodidos pero podemos arreglarnos como siempre hemos hecho en la humanidad.

El problema es que la historia de la humanidad nos muestra que siempre que hay problemas, éstos se solucionan con revoluciones, muertes, guerras, violencia u otras atrocidades que se realizan por supervivencia.
Puesto que por ahora no parece que estemos tan afectados como en las Monarquías Absolutas de los siglos XVII-XVIII, o en Dictaduras del S.XX porque nuestras necesidades vitales están cubiertas a la vez que tenemos lugares donde poder reunirnos y atacar a los poderes de forma pacífica; tenemos la ventaja y el privilegio de poder recurrir a acciones no violentas para cambiar nuestro mundo.

Perfectamente podríamos salir a las calles y destruirlo todo, es una manera de hacer notar que algunos no estamos de acuerdo con la sociedad injusta actual; pero no soy partidario de esos medios porque sólo generan más división entre humanos y vuelvo a decir que tenemos la capacidad de poder ser “buenos” si queremos.

Bien, voy a citar una frase de Carlos Taibo que refleja perfectamente todo lo que quiero decir sobre la crisis de nuestro sistema: “Lo utópico es creer que es viable vivir cada vez aún más y más en un planeta finito”.

Si la analizamos con detenimiento tiene lógica. Hemos depositado demasiada confianza en el capitalismo neoliberal, tanto que hoy en día es más bien utópico pensar que podemos vivir en los años 20 americanos del siglo pasado. Estamos en el S.XXI y hoy sabemos que el petróleo no es infinito, la pobreza nos afecta porque nos “invaden inmigrantes” y roba nuestros negocios, el dinero es un medio y no un fin, el consumismo excesivo nos vuelve máquinas que alimentan de nuevo el mismo sistema y que el espíritu de comunidad es necesario.

A la vez, hemos visto como la democracia ha perdido sentido. El PPSOE español lo demuestra claramente. No tenemos democracia sino bipartidismo, y si esto no es un hecho, díganme por qué nunca ha salido otro partido político que estos dos. Además de esto, el poder político también ha perdido sentido. Los concejales y ministros se reúnen en restaurantes de lujo para gastarse dinero en comidas absurdas más que proponer soluciones viables a todos los problemas. Y los grandes partidos luchan a muerte por su poder y no por el bienestar de la población mientras los otros, se dedican a gastarse el dinero que el gobierno de turno está obligado a administrarle.

Esto espero que no penséis que es un juicio de valor, porque no hay más que echarle un ojo a los medios de comunicación y ver lo que hacen los del PPSOE.

Por lo tanto, y sin aburrir al lector, me gustaría que estudiásemos estos puntos los cuales creo que son los más importantes a la hora de un cambio hacia una sociedad más lógica:

1º Energías renovables, ecología y todas las prácticas que tengan relación con estas.
2º Restaurar valores perdidos o fijarnos en otras culturas a la vez que nos hacemos la pregunta: ¿Hasta qué punto debemos darle importancia al dinero?
3º Recordar para qué sirve la economía. Cambiar nuestro modo de producción hacia una economía más sostenible. Cambiar la economía de guerra actual por una de desarrollo global.
4º Continuar progresando en la ciencia de forma que ésta nos proporcione beneficios en cuanto a nuestro bienestar. No utilizarla para la obsolescencia programada u otras faltas de respeto al medioambiente y a las personas mismas.
5º Reducir el consumo excesivo. ¿Realmente necesitamos nuestro armario lleno de ropa o tener tres móviles?
6º Reducir el capital financiero puesto que hoy es excesivamente desorbitado. Utilizar pequeños medios alternativos como lugares de segunda mano, mercados basados en trueque…
7º No debemos dividirnos tanto por nuestras ideologías puesto que la raíz del problema es la misma para todos.
8º Unirnos a movimientos sociales o diversas organizaciones que no busquen lucro, sino medidas reales a los problemas.
9º Construir tu propio pensamiento, con juicio crítico, para luchar en contra de los que manipulan la realidad para fortalecer su dominio
10º Integrar la democracia en un sistema social nuevo.
11º Ampliar los derechos humanos a todas las personas, independientemente de su edad, género, raza, ideología…
12º A nivel empresarial, no sólo invertir en cosas físicas, sino en cerebros humanos.
13º Mantenerse curioso y atento a la sociedad.
14º Educar a todo aquel que no sea consciente de este problema.


15º Seguro que tú sabes indicar más puntos.

29 de enero de 2011

¿TRANSICIÓN?

Sigo pensando que a los documentales les falta algo imprescindible y que espero que en algún momento se explique con detenimiento.
Me explico; en ellos vemos perfectamente lo mal que está el sistema capitalista y nos lo compara con una nueva alternativa mucho mejor: el PV

Pero...¿Cómo llegamos a ese sistema? Es imposible que así de repente, de la noche a la mañana, la gente tire el dinero (como aparece en el final del último documental), los políticos se esfumen, y nos encontremos "instantáneamente" en una Economía Basada en Recursos.

Quiero decir, a todo el mundo que le muestro el PV me acaba diciendo lo mismo:
_Vale, ¿y cómo llegamos a ese sistema? Porque hoy en día necesitamos políticos y dinero para vivir, y no pueden desaparecer así sin más.
Yo les respondo, que con educación la gente se irá dando cuenta de que el sistema no funciona y de que la alternativa al PV es viable y sostenible. Pero sigo estando vacío en cuanto a la transición hacia ese nuevo sistema.

Espero que las teorías del decrecimiento y la acción de ecologistas, entre otras cosas (las cuales desconozco), sean las soluciones hacia la transición.

Me gustaría que contestarais a esto, por favor, creo que es un tema importantísimo y aún no está del todo amueblado.

Gracias.

17 de enero de 2011

Moviéndonos hacia adelante

¡ENHORABUENA MADRID!

El estreno en sesión doble (sábado y domingo) en El Molino Rojo del C.S.A. La Tabacalera fue un éxito múltiple.

Muchas gracias a toda la gente del molino y de la propia tabacalera que nos brindaron la mejor predisposición y apoyo logístico desinteresado, por el puro placer de hacer las cosas bien. Gracias.

A la gente que fue hasta dos días seguidos para poder ver la película y llevarse algunas semillas a su casa para decidir si las riegan o las dejan secar. Muchas gracias de verdad, la buena actitud y empatía de todos los que os acercasteis el sábado o el domingo nos hacen tener mucha esperanza. Se pueden organizar cosas SIN DINERO de por medio y la gente responde con excelencia, espíritu crítico y constructivo. Un lujo vaya.

A todos los activistas que también desinteresadamente y con mucha ilusión y voluntad lo han hecho posible: Muchas gracias también y enhorabuena.

Seguiremos moviéndonos, con esta potencia que nos brindamos, hacia adelante.

Por cierto, si estuviste en alguna de las dos sesiones y te gustaría opinar o comentar sobre aspectos organizativos o sobre algún argumento de la película, te agradeceremos enormemente y te animamos a que lo hagas.

¡Fuertes EBRazos!

13 de enero de 2011

Diario de un loco. Putopia


Hola, me llamo Javier Martínez y vivo en una putopía. Muchos supongo que no sabrán que quiere decir ese término, y es normal porque me lo he inventado yo.
Llevo viviendo 20 años en esta sociedad y aún no consigo adaptarme del todo. Me consideran un idealista, un bicho raro que quiere cambiar el mundo a mejor. Me gustaría vivir en una sociedad distinta que tenga como modo de vida fundamental el materialismo. Con este escrito pretendo, de una manera amena, mostrar a los que lo lean el hecho de que, porque vivamos en una sociedad utópica no quiere decir que sea la mejor manera de vivir y lo demostraré.
Comenzaré haciendo un pequeño análisis de mi existencia.
He sido educado en un ambiente, quizás, bastante diferente que el resto de la población. Mis padres son cerrados, tradicionales, muy trabajadores para beneficio propio, preocupados únicamente en su pequeña familia y con ideas probablemente poco comunes. Ellos nunca dejarían entrar a un extraño en casa ni harían ninguna tarea social más allá de las "exigidas" por la democracia directa. No salen nunca de casa y se relacionan lo menos posible con otros.
Yo cuando era un niño, me rebelaba ante su comportamiento e intentaba ser todo lo contrario. Ayudaba a los demás siempre que podía, trabajaba por el bien de la clase, intentaba echarle una mano a aquellos que iban peor en las asignaturas que se me daban bien, me relacionaba con, cuanta más personas mejor, e intentaba siempre ser el mejor en todo nunca sintiéndome superior a los demás.
Ahora, desde los 18 años, me he dado cuenta de que todo es una mentira. La gente hace las cosas porque la cultura de la sociedad así lo exige, pero no piensan por sí mismos.
Intento ser el mayor egoísta.
Me interesan las personas porque me aportan diversión y beneficio material. Nada que ver con lo que aquí se entiende por interés. Aquí hay multitud de variables que no quiero ni mencionar porque su ética y moral me importan una mierda. Espero que os las podáis imaginar.
Me di cuenta de que no es posible vivir al 100% como uno quiere porque está condicionado por los demás. En mi mundo, cuando unos conocen a más gente que otros y son más agradables con ellos, se les considera superiores. Los que no son así, se consideran una categoría social más baja y no tienen más remedio que revelarse ante esos supuestos superiores para poder tener voz. Es cuando surge la "competitividad" por ser considerado más apto en las relaciones humanas.
Es un asco ver cómo los humanos luchan entre ellos por ser, lo que llaman, "mejores personas". No aguanto el hecho de tener que hacer lo que hace esta sociedad y entiendo a mi familia.
¿Abrir las puertas de mi propiedad? ¡Yo no quiero aprender de otros, no quiero que mi corazón sienta "amor", no quiero participar de esta sociedad! Pero no hay más remedio que vivir con esta carga.
No paro de leer libros de historia. ¡Hubo un tiempo en que gente como yo controlaba el país! Se poseían esclavos, la gente trabajaba únicamente para satisfacer las necesidades de otros, destruíamos la naturaleza de la manera más bestia posible… y lo que es mejor: ¡Había partidos políticos! Gente que controlaba a otra gente por su seguridad, claro, ya que todos se movían por intereses materiales propios... Es normal que se precise de este medio, y no como ahora, hay que confiar en la odiosa gente.
En este mundo de mierda no puedo salir a la calle y pegarme con alguien porque todos me mirarían mal. Me juzgarían de loco perturbador de la sociedad. Estoy reprimido. Mis ansias de hacer daño sólo las puedo mermar con la música o la pintura, entre otras cosas. ¿Por qué si los animales pueden matarse entre ellos yo no puedo matar a otras personas? ¿No somos animales también? No lo entiendo, no estoy a gusto conmigo mismo.
No siento que pueda desarrollarme como individuo. Aquí la individualidad está condicionada por el simple hecho de ser persona. No me cabe en la cabeza cómo es posible que a otros humanos inferiores a mí se les permita ser individuos de la misma forma que a mí. Y esa es otra, no puedo identificarme con casi nadie, todos son bichos raros. A todos les gusta aprender cosas nuevas y no se contentan con la rutina. Lo que daría yo por tener únicamente que trabajar, comer, dormir y follar. Aquí si te vas de fiesta la gente no sólo se droga, ¡También hablan, comparten ideas, se "quieren"...! Parece que todo sea una gran familia "perfecta" y no se dan cuenta de que no son ni primos ni hermanos, de que son humanos simplemente y de que nunca se conocerán todos. Es estúpido el hecho de intentar relacionarse tanto socialmente.
En fin de año, por ejemplo, es tradición que las familias trabajan entre ellas para hacer lo que se llama La Reunión Anual. Alquilan un enorme local en donde ponen una gran mesa repleta de alimentos y se reúnen allí, dejando la puerta abierta, para aquel que no tiene un lugar donde pasar el Gran Día por los motivos que sean. Es decir, trabajan entre todos por ellos mismos y por los demás. No entiendo la finalidad de ese último factor.
El sentido de la diversión es absurdo. Se prefiere ir al campo a pasear, visitar otras ciudades, leer en grupo o hacer música que irse de fiesta y drogarse. Es raro que la gente no esté pensando en algún momento.
Además, yo intento siempre pelearme con otros que van de "sabihondos", pero nunca lo consigo. Mis amigos se oponen y acaban hablando con el otro grupo para solucionar el problema. Todos mis intentos por liarla cuando salgo de fiesta acaban fracasando. Ser un vándalo no está bien visto.
La contaminación está penada a realizar trabajos sociales, ¡no puedo tirar un papel al suelo! Atentan las 24 horas con la libertad de las personas. Me prohíben drogarme en parques públicos cuando hay niños delante, me prohíben maltratar a las personas, me prohíben contaminar... Y todo por unas putas "leyes morales", ni si quiera hay guardias que vengan a castigarme, simplemente quedo marginado puesto que somos demasiados pocos los que hacemos estas cosas; y claro, no tenemos voz suficiente como para rebelarnos.
La gente se preocupa por su entorno. Es detestable que estés en un parque fumando tranquilamente y venga una persona cada 2 minutos a decirte que por favor, apagues el cigarro que hay niños delante cuando únicamente hay uno. Una vez, un anciano me llegó a dar una charla en ese parque por mi comportamiento inadecuado, ni si quiera se puso violento conmigo para poder tener el motivo para pegarle un buen puñetazo.
_Hijo, ¿no te das cuenta de que estás perturbando la naturaleza y que puede que ese niño luego haga lo mismo?
_Mire Señor, lo primero no soy su hijo y lo segundo, me importa una mierda lo que me digas, yo soy libre y si quiero, puedo destruir ese árbol.
_Muy bien, pues hazlo. Antes o después aprenderás que es un error.
Jodido viejo de mierda, ¿Qué se creía? Como tengo tantas libertades en esta mierda de sociedad se cree que puedo hacer lo que me de la gana. ¿No se da cuenta de que hay un puto código moral y si lo destruyo luego la gente me mira como un bicho raro? He leído que hace años, en la sociedad capitalista, podría haber destruido los árboles que me diese la gana con la simple consecuencia de pagar los daños causados... Qué maravilloso sería poder curar mis actos con simples aportaciones materiales y no estúpidas filosofías de vidas.
¿Qué es eso del sentido común? Si es el menos común de los sentidos, ¿Por qué en esta jodida sociedad se aplica? No permite a personas menos capacitadas para pensar por sí mismas que actúen sin reflexionar. Parece que se “exige” el pensar porque se tiene la idea de que el ser humano, por ser humano, tiene la capacidad de meditar sus acciones.
Estoy seguro de que millones de personas no se dan cuenta realmente de donde están viviendo, no se dan cuenta de que siguen a una cultura de masas, no razonan por sí mismas. Si yo pudiera abrirles la mente les enseñaría a ser egoístas de verdad y no lo que se tiene aquí por egoísmo. No puedo creer que esta palabra se refiera a aquellos que no quieren compartir su casa con otros, que no quieren ayudar a los países subdesarrollados, y que no desean compartir sus conocimientos intelectuales.
¿Qué clase de egoísmo es ese? ¿Qué hay del material? Parece que no exista. No entiendo por qué tienen tan poca consideración los objetos. Todo el mundo comparte cosas materiales, es casi imposible conocer a gente como yo que no desea compartir. ¿Y si me las roban o me las rompen? Aunque estas situaciones prácticamente nunca se dan, alguna vez en las noticias se ha visto casos de gente que ha robado a tal vecino su bici o su libro.
Se confía en las personas y no me cabe en la cabeza. Somos egoístas por naturaleza, está claro que en algún momento puede pasar algún robo.
El comer es un derecho por ser humano y vivir. Una parte de mi trabajo va destinado a la alimentación de un inmigrante que se está empezando a adaptar, a los viejos, a las personas con discapacidad y a los países subdesarrollados. ¿Qué derecho tienen esas personas de recibir parte de mi esfuerzo si son inferiores a mí? Mi jornada laboral es de 5 horas al día quitando los domingos y festivos. Hay gente que se queda hasta 7 u 8 horas para adquirir más conocimiento, relacionarse más con otros compañeros o simplemente, por aportar algo más, por el bien común. En definitiva, una insensatez más provocada únicamente por el lavamiento de cerebro de la sociedad en la que vivo.
No hay seguridad nacional, esto es algo que puede conmigo. ¿Cómo es posible que un país no pueda destruir a los enemigos que le invadan? En caso de conflicto, se pide a los habitantes de la ciudad que aumenten su jornada laboral en 8 o 10 horas para proporcionar los beneficios materiales suficientes como para satisfacer las necesidades de los invasores. Algo estúpido puesto que si no son destruidos, podrían volver a atacar.
No hay un sentimiento patriótico como antiguamente hubo. Las personas no se identifican únicamente por su lugar de nacimiento, en lugar de eso, se identifican como seres humanos del planeta tierra. Criaturas infelices que no se contentan solo con su ciudad, necesitan viajar para romper cada vez más sus tradiciones y adaptar otras que consideran "mejores". Como si los padres no lo supieran todo.
En fin, no quiero extenderme más.
Esta es la cultura de esta putopía y espero, en algún momento, poder destruir a todos con mis ideas y mi violencia.