13 de enero de 2011

Diario de un loco. Putopia


Hola, me llamo Javier Martínez y vivo en una putopía. Muchos supongo que no sabrán que quiere decir ese término, y es normal porque me lo he inventado yo.
Llevo viviendo 20 años en esta sociedad y aún no consigo adaptarme del todo. Me consideran un idealista, un bicho raro que quiere cambiar el mundo a mejor. Me gustaría vivir en una sociedad distinta que tenga como modo de vida fundamental el materialismo. Con este escrito pretendo, de una manera amena, mostrar a los que lo lean el hecho de que, porque vivamos en una sociedad utópica no quiere decir que sea la mejor manera de vivir y lo demostraré.
Comenzaré haciendo un pequeño análisis de mi existencia.
He sido educado en un ambiente, quizás, bastante diferente que el resto de la población. Mis padres son cerrados, tradicionales, muy trabajadores para beneficio propio, preocupados únicamente en su pequeña familia y con ideas probablemente poco comunes. Ellos nunca dejarían entrar a un extraño en casa ni harían ninguna tarea social más allá de las "exigidas" por la democracia directa. No salen nunca de casa y se relacionan lo menos posible con otros.
Yo cuando era un niño, me rebelaba ante su comportamiento e intentaba ser todo lo contrario. Ayudaba a los demás siempre que podía, trabajaba por el bien de la clase, intentaba echarle una mano a aquellos que iban peor en las asignaturas que se me daban bien, me relacionaba con, cuanta más personas mejor, e intentaba siempre ser el mejor en todo nunca sintiéndome superior a los demás.
Ahora, desde los 18 años, me he dado cuenta de que todo es una mentira. La gente hace las cosas porque la cultura de la sociedad así lo exige, pero no piensan por sí mismos.
Intento ser el mayor egoísta.
Me interesan las personas porque me aportan diversión y beneficio material. Nada que ver con lo que aquí se entiende por interés. Aquí hay multitud de variables que no quiero ni mencionar porque su ética y moral me importan una mierda. Espero que os las podáis imaginar.
Me di cuenta de que no es posible vivir al 100% como uno quiere porque está condicionado por los demás. En mi mundo, cuando unos conocen a más gente que otros y son más agradables con ellos, se les considera superiores. Los que no son así, se consideran una categoría social más baja y no tienen más remedio que revelarse ante esos supuestos superiores para poder tener voz. Es cuando surge la "competitividad" por ser considerado más apto en las relaciones humanas.
Es un asco ver cómo los humanos luchan entre ellos por ser, lo que llaman, "mejores personas". No aguanto el hecho de tener que hacer lo que hace esta sociedad y entiendo a mi familia.
¿Abrir las puertas de mi propiedad? ¡Yo no quiero aprender de otros, no quiero que mi corazón sienta "amor", no quiero participar de esta sociedad! Pero no hay más remedio que vivir con esta carga.
No paro de leer libros de historia. ¡Hubo un tiempo en que gente como yo controlaba el país! Se poseían esclavos, la gente trabajaba únicamente para satisfacer las necesidades de otros, destruíamos la naturaleza de la manera más bestia posible… y lo que es mejor: ¡Había partidos políticos! Gente que controlaba a otra gente por su seguridad, claro, ya que todos se movían por intereses materiales propios... Es normal que se precise de este medio, y no como ahora, hay que confiar en la odiosa gente.
En este mundo de mierda no puedo salir a la calle y pegarme con alguien porque todos me mirarían mal. Me juzgarían de loco perturbador de la sociedad. Estoy reprimido. Mis ansias de hacer daño sólo las puedo mermar con la música o la pintura, entre otras cosas. ¿Por qué si los animales pueden matarse entre ellos yo no puedo matar a otras personas? ¿No somos animales también? No lo entiendo, no estoy a gusto conmigo mismo.
No siento que pueda desarrollarme como individuo. Aquí la individualidad está condicionada por el simple hecho de ser persona. No me cabe en la cabeza cómo es posible que a otros humanos inferiores a mí se les permita ser individuos de la misma forma que a mí. Y esa es otra, no puedo identificarme con casi nadie, todos son bichos raros. A todos les gusta aprender cosas nuevas y no se contentan con la rutina. Lo que daría yo por tener únicamente que trabajar, comer, dormir y follar. Aquí si te vas de fiesta la gente no sólo se droga, ¡También hablan, comparten ideas, se "quieren"...! Parece que todo sea una gran familia "perfecta" y no se dan cuenta de que no son ni primos ni hermanos, de que son humanos simplemente y de que nunca se conocerán todos. Es estúpido el hecho de intentar relacionarse tanto socialmente.
En fin de año, por ejemplo, es tradición que las familias trabajan entre ellas para hacer lo que se llama La Reunión Anual. Alquilan un enorme local en donde ponen una gran mesa repleta de alimentos y se reúnen allí, dejando la puerta abierta, para aquel que no tiene un lugar donde pasar el Gran Día por los motivos que sean. Es decir, trabajan entre todos por ellos mismos y por los demás. No entiendo la finalidad de ese último factor.
El sentido de la diversión es absurdo. Se prefiere ir al campo a pasear, visitar otras ciudades, leer en grupo o hacer música que irse de fiesta y drogarse. Es raro que la gente no esté pensando en algún momento.
Además, yo intento siempre pelearme con otros que van de "sabihondos", pero nunca lo consigo. Mis amigos se oponen y acaban hablando con el otro grupo para solucionar el problema. Todos mis intentos por liarla cuando salgo de fiesta acaban fracasando. Ser un vándalo no está bien visto.
La contaminación está penada a realizar trabajos sociales, ¡no puedo tirar un papel al suelo! Atentan las 24 horas con la libertad de las personas. Me prohíben drogarme en parques públicos cuando hay niños delante, me prohíben maltratar a las personas, me prohíben contaminar... Y todo por unas putas "leyes morales", ni si quiera hay guardias que vengan a castigarme, simplemente quedo marginado puesto que somos demasiados pocos los que hacemos estas cosas; y claro, no tenemos voz suficiente como para rebelarnos.
La gente se preocupa por su entorno. Es detestable que estés en un parque fumando tranquilamente y venga una persona cada 2 minutos a decirte que por favor, apagues el cigarro que hay niños delante cuando únicamente hay uno. Una vez, un anciano me llegó a dar una charla en ese parque por mi comportamiento inadecuado, ni si quiera se puso violento conmigo para poder tener el motivo para pegarle un buen puñetazo.
_Hijo, ¿no te das cuenta de que estás perturbando la naturaleza y que puede que ese niño luego haga lo mismo?
_Mire Señor, lo primero no soy su hijo y lo segundo, me importa una mierda lo que me digas, yo soy libre y si quiero, puedo destruir ese árbol.
_Muy bien, pues hazlo. Antes o después aprenderás que es un error.
Jodido viejo de mierda, ¿Qué se creía? Como tengo tantas libertades en esta mierda de sociedad se cree que puedo hacer lo que me de la gana. ¿No se da cuenta de que hay un puto código moral y si lo destruyo luego la gente me mira como un bicho raro? He leído que hace años, en la sociedad capitalista, podría haber destruido los árboles que me diese la gana con la simple consecuencia de pagar los daños causados... Qué maravilloso sería poder curar mis actos con simples aportaciones materiales y no estúpidas filosofías de vidas.
¿Qué es eso del sentido común? Si es el menos común de los sentidos, ¿Por qué en esta jodida sociedad se aplica? No permite a personas menos capacitadas para pensar por sí mismas que actúen sin reflexionar. Parece que se “exige” el pensar porque se tiene la idea de que el ser humano, por ser humano, tiene la capacidad de meditar sus acciones.
Estoy seguro de que millones de personas no se dan cuenta realmente de donde están viviendo, no se dan cuenta de que siguen a una cultura de masas, no razonan por sí mismas. Si yo pudiera abrirles la mente les enseñaría a ser egoístas de verdad y no lo que se tiene aquí por egoísmo. No puedo creer que esta palabra se refiera a aquellos que no quieren compartir su casa con otros, que no quieren ayudar a los países subdesarrollados, y que no desean compartir sus conocimientos intelectuales.
¿Qué clase de egoísmo es ese? ¿Qué hay del material? Parece que no exista. No entiendo por qué tienen tan poca consideración los objetos. Todo el mundo comparte cosas materiales, es casi imposible conocer a gente como yo que no desea compartir. ¿Y si me las roban o me las rompen? Aunque estas situaciones prácticamente nunca se dan, alguna vez en las noticias se ha visto casos de gente que ha robado a tal vecino su bici o su libro.
Se confía en las personas y no me cabe en la cabeza. Somos egoístas por naturaleza, está claro que en algún momento puede pasar algún robo.
El comer es un derecho por ser humano y vivir. Una parte de mi trabajo va destinado a la alimentación de un inmigrante que se está empezando a adaptar, a los viejos, a las personas con discapacidad y a los países subdesarrollados. ¿Qué derecho tienen esas personas de recibir parte de mi esfuerzo si son inferiores a mí? Mi jornada laboral es de 5 horas al día quitando los domingos y festivos. Hay gente que se queda hasta 7 u 8 horas para adquirir más conocimiento, relacionarse más con otros compañeros o simplemente, por aportar algo más, por el bien común. En definitiva, una insensatez más provocada únicamente por el lavamiento de cerebro de la sociedad en la que vivo.
No hay seguridad nacional, esto es algo que puede conmigo. ¿Cómo es posible que un país no pueda destruir a los enemigos que le invadan? En caso de conflicto, se pide a los habitantes de la ciudad que aumenten su jornada laboral en 8 o 10 horas para proporcionar los beneficios materiales suficientes como para satisfacer las necesidades de los invasores. Algo estúpido puesto que si no son destruidos, podrían volver a atacar.
No hay un sentimiento patriótico como antiguamente hubo. Las personas no se identifican únicamente por su lugar de nacimiento, en lugar de eso, se identifican como seres humanos del planeta tierra. Criaturas infelices que no se contentan solo con su ciudad, necesitan viajar para romper cada vez más sus tradiciones y adaptar otras que consideran "mejores". Como si los padres no lo supieran todo.
En fin, no quiero extenderme más.
Esta es la cultura de esta putopía y espero, en algún momento, poder destruir a todos con mis ideas y mi violencia.

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